Después de tantos años y tanto dolor
sólo puedo decir que no se
como se termina una relación.
Hubiese retado a calquier lucifer
a una guerra hasta la muerte,
aún sin un brazo y abdomen de pez.
Simpere tengo el sabor a derrota
saltando entre mis labios
será que nunca fui el cobarde,
el cobarde que renunció.
Siempre quedo en la cancha
con nadie jugando
será que nunca pude decir:
yo tampoco te amo.
No subestimes el poder del amor
no intentes engañarlo
no juegues a retarlo,
quizás luego sientas que perdiste.
Piensa lo que haces porque si al final
no existe el destino
ni los jueces divinos,
sólo cuenta lo que fuiste.
No es metáfora si en mi pecho
ves lo que voy dejando
es el gran agujero que tengo.
Sin embargo me gusta la idea
de ir por la vida
sabiendo que no dije mentiras.
Siempre veo la historia en un plano
no como una línea
donde no importa el pasado,
¿Será que estoy quivocado?.
Siempre quedo en la cancha
con nadie jugando
será que nunca pude decir:
yo tampoco te amo.
Ahora me veo como el viejo más rancio,
como el perro más malo
o un puto sin culo.
Un modelo, cuando se les oxida el espejo.
Y la vieja viuda que ya ni se masturba
dice que nene más lindo
que chico divino.
Si señor!, son a ellas a las que les gusto.
Antes decías que eras mi amod
te gustaba mi boca
te ponías bebota
no digas: No fuimos felices.
Piensa lo que dices porque si al final
no existe el destino
ni los jueces divinos
sólo cuenta lo que fuiste.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario